domingo, 18 de enero de 2009

Supervivientes


Eran las nueve y media de la mañana, cuando nos desplazábamos al Pantano de Peñarroya, con una niebla que nos impedía la visibilidad a unos pocos metros, y una temperatura en el exterior del coche de -2,5º.

Cuando llegamos el terreno se encontraba aun helado, hoy se había ofrecido para el avituallamiento Sonia, que pensaba acompañarnos en bicicleta. Una vez uniformados iniciamos otro entrenamiento maratoniano. Como suele pasar hasta las primeras rampas el grupo se mantuvo homogeneo, la primera selección se realizó en "despeñaperros" por delante Pedro Luís, Miguel Tomás, David y Ángelo, a unos segundos el resto de componentes, que en mente tenía como objetivo del día llegar por primera vez a la cola, los componían Javi, Lorenzo y Juan, porque Carlos ya la conocía de otras tiradas.

En la siguiente cuesta David, decide acompañar a Sonia y regresan a los coches, y comenzar de nuevo, llevándonos esa necesitada agua para estas tiradas tan largas.

En la cruces nos volvimos a reagrupar, pero fue un espejismo, con la siguiente subida se volvió a romper el pelotón.

A la llegada del agua, hicimos el primer descanso, poco a poco nos reponíamos y posábamos para una foto de historia. Los maratonianos teníamos pensado seguir por el camino que llega a Ruidera (Pedro Luís, Miguel Tomás y Ángelo), el resto comenzaron un regreso a nuestro punto de partida (Javi, Lorenzo, Juan y Carlos).

La segunda parte del entrenamiento estaba puesta en marcha, una vez recorridos unos 300 metros tuvimos que volvernos, el camino estaba embarrado, haciendo imposible su travesía, quidando el barro de las suelas, una vez dada la vuelta, el tridente comandado por Pedro Luís nos enfila, y nos empieza a sacar las primeras distancias.

Cuando no los esperábamos David a pie, seguido por Sonia en el coche, nos ofrecen el agua que ya empezábamos a necesitar. Una vez saciada la sed, nuevamente, Pedro Luís nos enseña la espalda.

Miguel Tomas, David y Ángelo buscamos nuestro ritmo que nos permita terminar el entrenamiento con garantías de éxito. En la lejanía empezamos a ver al grupillo de Javi, Carlos, Juan y Lorenzo, y poco a poco les recostamos distancia. El primero en caer fue Juan, lo cogimos el en la cuesta del camello, a Lorenzo cuando se disponía a bajar por "despeñaperros" y al tándem de Javi y Carlos al final de la bajada.

Llevábamos algo mas del ecuador del entrenamiento, para completar la distancia inicial programada, siguiendo el rastro a Pedro Luís, giramos a la izquierda por el circuito marcado para el Start To Run. David que ya lleva dieciocho y dos que quedaban aun, nos abandona, (en su mente está la media marathon de Benidor del próximo fin de semana).

En busca de otros diez kilómetros, esta vez por asfalto, por delante Pedro Luís, Miguel Tomas tiene molestias en el talón, aminora el ritmo y decide al final solamente hacer treinta mil metros.

Me quedo sólo, con la única compañía de Trufa, las piernas las llevo demasiado pesadas, pero ante las ganas de terminar cuanto antes, no aminoro incluso en algunas ocasiones subo un puntito mas.

Cuando el reloj estaba a punto de marcar los dos horas y media, vuelvo al lugar de comienzo, treinta y dos kilómetros recorridos, dos mil cuarenta kilocalorias menos (la cocinilla de anoche está eliminada), ahora llega ese merecido descanso.

Ángelo, Sonia, Lorenzo, Miguel Tomás, David, Pedro Luís, Javi, Carlos, Juan

Empiezan las cuestas y la serpiente multicolor se rompe

Todos llegamos a la cola del pantano, Miguel Tomas, Carlos, Javi, Lorenzo, Juan, Pedro Luís, Ángelo

David, Miguel Tomas, Pedro Luís, Ángelo, en el avituallamiento

El ritmo impuesto por Pedro Luís, se nos hizo difícil seguirlo


Después de 2:29:55 y 2040 kilocalorias menos volví al punto de partida

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