Aun tenía las sensaciones de anoche, a la una de la mañana llegábamos de Jaén de correr la carrera de San Antón, y con apenas unas horas para dormir, iniciamos un entrenamiento de recuperación. Miguel Tomas a eso de las diez tocaba el timbre y con una espesa niebla salimos hacer un diez mil suave para intentar recuperar las piernas.
sábado, 17 de enero de 2009
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