Repitiendo paraje de entrenamiento que en el puente de la Inmaculada, hoy el entrenamiento se hizo más extensivo a la convocatoria, a parte de miembros del A.C. Manchathon, se amplio a los alumnos del Start To Ruin 10. La hora, respetamos que hay eventos sociales nocturnos, como cenas que luego se amplían su horario hasta altas horas de la madrugada, para poder alcanzar el mayor número posible.
Una vez en mallas, zapatillas y cronómetro en mano, la sesión se realizó con un rodaje por tiempo, en vez de por distancia. La salida era en el "Montesol" y el camino que nos lleva a la Ossa de Montiel.
Los grupos tenía programado una ida de 20", 25" y 37", para que la vuelta fuera el mismo tiempo. Cada grupo cumplio con su tiempo, excepto el último que una vez cumplido se siguio hasta realizar una subida, para que fueran 7000 metros, y una vez en lo alto, se incremento otros quinientos mas para redondear el rodaje a quince kilómetros entre la ida y la vuelta. Que mas contaros que en la vuelta se realizó la selección natural, perdiendo el grupo integrantes según se incrementaba el ritmo de cabeza.
Para la segunda parte, el almuerzo, las fuerzas se igualaron, ya que cada uno sentado solo movían las manos, y hablaban menos. Recuperamos a Alfredo, que aun está lesionado.
El menú, el que seguimos en estos entrenamientos, gachas, migas, huevos, chorizos, morcillas, lomo, con el postro al final, y acompañado de vino y gaseosa, agua, para terminar los brindis con sidra y uno chupitos.
Con la gente sentada y con hambre, hubo momentos en que al chef Conrado, se le juntaron las prisas y no daban a basto a satisfacer nuestros estómagos, pero con el tiempo se fueron llenos a no poder comer nada mas, dejándolos preparados para la siesta.
Una vez en mallas, zapatillas y cronómetro en mano, la sesión se realizó con un rodaje por tiempo, en vez de por distancia. La salida era en el "Montesol" y el camino que nos lleva a la Ossa de Montiel.
Los grupos tenía programado una ida de 20", 25" y 37", para que la vuelta fuera el mismo tiempo. Cada grupo cumplio con su tiempo, excepto el último que una vez cumplido se siguio hasta realizar una subida, para que fueran 7000 metros, y una vez en lo alto, se incremento otros quinientos mas para redondear el rodaje a quince kilómetros entre la ida y la vuelta. Que mas contaros que en la vuelta se realizó la selección natural, perdiendo el grupo integrantes según se incrementaba el ritmo de cabeza.
Para la segunda parte, el almuerzo, las fuerzas se igualaron, ya que cada uno sentado solo movían las manos, y hablaban menos. Recuperamos a Alfredo, que aun está lesionado.
El menú, el que seguimos en estos entrenamientos, gachas, migas, huevos, chorizos, morcillas, lomo, con el postro al final, y acompañado de vino y gaseosa, agua, para terminar los brindis con sidra y uno chupitos.
Con la gente sentada y con hambre, hubo momentos en que al chef Conrado, se le juntaron las prisas y no daban a basto a satisfacer nuestros estómagos, pero con el tiempo se fueron llenos a no poder comer nada mas, dejándolos preparados para la siesta.
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