3:10:28
La noche antes de la marathón una vez despertado del primer sueño, se oyen todas las horas del reloj, las cuatro, las cinco, las seis,..... para mi el primer sueño duró hasta las cinco y pico, piensas en los obstáculos que puedan surgir a lo largo de la carrera y como solucionarlos, los avituallamientos, cuando tomar los geles, el ritmo a llevar, en definitiva una estrategia a seguir.
Siguiendo el ritual, una ducha para despejar y bajamos al desayuno, el comedor lleno de atletas que en breve estaremos todos juntos por el asfalto de Valencia, las conversaciones suelen ser cortas. De nuevo en la habitación del hotel y nos vestimos, anudamos las zapatillas con doble lazo que no se desaten, el reloj en la muñeca y las gafas preparadas, ya estamos con el grupo.
En el autobús que nos lleva a la salida, pese al intento de quitar presión, se ve en las caras algo preocupadas, es mucho el tiempo de preparación. La Marathón de Valencia fue un éxito de participación, 3150 maratonianos se dieron cita en la vigésimo novena edición, y uno de ellos era yo, acompañado por Alfredo, Lorenzo, Agustín, Pedro Luis Belmonte, Carlos, Miguel Tomas, Pedro Luís Quevedo y Luís Bustamante.
Las condiciones climatológicas acompañaron, para los corredores y para los aficionados que se acercaron a ver la prueba. Llega el momento de colocarnos en los cajones de salida por tiempos, logro introducirme en los de élite, y Miguel Tomas me sigue, ya estamos con Luís y Pedro Luís,. Carlos también logra colarse.
Son las nueve y comienza la marathón, Miguel Tomas y yo, uno al lado del otro, enseguida cogemos el ritmo planificado, 4'28/4,30 el kilómetro; los primeros miles parecen que están mal medidos, porque se hacen cortos, pero al comprobarlos con el crono, vemos que tienen los mil metros.
Cruzamos por el circuito de la F1, cambia el asfalto, se hace mas pegadizo, todo sin novedad, las conversaciones son cortas, por el kilómetro doce aproximandamente cruzamos de nuevo por la línea de meta, el próximo paso será para terminar. La Media marathón la pasamos sin problemas a 1:34:23, como una calculadora, en el veintiocho me pregunta Miguel que como voy, le respondo que bien para lo recorrido.
Se acerca el 30, aquí es donde "comienza" el marathón, me tomo el último gel, por mi mente recorren los anteriores, y las sensaciones de otros años, por el treinta y tres incremento el ritmo en 10 segundos, adelanto a mucha gente que me habia pasado. En el treinta y nueve mis fuerzas están llegando al límite, pero la meta está cerca, mi compañero a mi lado, otro año que vamos a llegar juntos, hay que saborear los últimos miles, así que bajo el ritmo, por decirlo de alguna manera.
Tres horas diez minutos veintiocho segundos, cruzo la meta, me siento, recupero el aire y se empieza a saborear lo logrado.
Comienza el reencuentro con Luís a 3,54 de media; Pedro Luís, eufórico, 2,56, Miguel que una vez cruzada la línea de meta nos fundimos en un abrazo. Carlos mejoró su marca personal al igual que Pedro Luís Belmonte. Lo debutantes tardan algo mas en llegar Agustín por debajo de las cuatro horas, y Lorenzo y Alfredo por encima.
Siguiendo el ritual, una ducha para despejar y bajamos al desayuno, el comedor lleno de atletas que en breve estaremos todos juntos por el asfalto de Valencia, las conversaciones suelen ser cortas. De nuevo en la habitación del hotel y nos vestimos, anudamos las zapatillas con doble lazo que no se desaten, el reloj en la muñeca y las gafas preparadas, ya estamos con el grupo.
En el autobús que nos lleva a la salida, pese al intento de quitar presión, se ve en las caras algo preocupadas, es mucho el tiempo de preparación. La Marathón de Valencia fue un éxito de participación, 3150 maratonianos se dieron cita en la vigésimo novena edición, y uno de ellos era yo, acompañado por Alfredo, Lorenzo, Agustín, Pedro Luis Belmonte, Carlos, Miguel Tomas, Pedro Luís Quevedo y Luís Bustamante.
Las condiciones climatológicas acompañaron, para los corredores y para los aficionados que se acercaron a ver la prueba. Llega el momento de colocarnos en los cajones de salida por tiempos, logro introducirme en los de élite, y Miguel Tomas me sigue, ya estamos con Luís y Pedro Luís,. Carlos también logra colarse.
Son las nueve y comienza la marathón, Miguel Tomas y yo, uno al lado del otro, enseguida cogemos el ritmo planificado, 4'28/4,30 el kilómetro; los primeros miles parecen que están mal medidos, porque se hacen cortos, pero al comprobarlos con el crono, vemos que tienen los mil metros.
Cruzamos por el circuito de la F1, cambia el asfalto, se hace mas pegadizo, todo sin novedad, las conversaciones son cortas, por el kilómetro doce aproximandamente cruzamos de nuevo por la línea de meta, el próximo paso será para terminar. La Media marathón la pasamos sin problemas a 1:34:23, como una calculadora, en el veintiocho me pregunta Miguel que como voy, le respondo que bien para lo recorrido.
Se acerca el 30, aquí es donde "comienza" el marathón, me tomo el último gel, por mi mente recorren los anteriores, y las sensaciones de otros años, por el treinta y tres incremento el ritmo en 10 segundos, adelanto a mucha gente que me habia pasado. En el treinta y nueve mis fuerzas están llegando al límite, pero la meta está cerca, mi compañero a mi lado, otro año que vamos a llegar juntos, hay que saborear los últimos miles, así que bajo el ritmo, por decirlo de alguna manera.
Tres horas diez minutos veintiocho segundos, cruzo la meta, me siento, recupero el aire y se empieza a saborear lo logrado.
Comienza el reencuentro con Luís a 3,54 de media; Pedro Luís, eufórico, 2,56, Miguel que una vez cruzada la línea de meta nos fundimos en un abrazo. Carlos mejoró su marca personal al igual que Pedro Luís Belmonte. Lo debutantes tardan algo mas en llegar Agustín por debajo de las cuatro horas, y Lorenzo y Alfredo por encima.
En resumen una carrera que por sus circunstancias será difícil de olvidar.
Durante el desayuno, Pedro Luís, Ángelo, Marta, Miguel Tomas, Mª Jesús, Lorenzo
7,20, en el hall; Pedro Luis Belmonte, Agustín, Ángelo, Pedro Luís Quevedo, Luís Bustamante, Miguel Tomas, Carlos, Lorenzo
En el autobus que nos llevó a la salida, Mª Carmen, Agustín, Pedro Luís, Belén, Miguel Tomas, Alfredo. En el otro lado Luís, Carlos, Lorenzo, Ángelo, Pedro Luís, Marta
Los nervios haces que tenga que ir varias veces al servicio móvil
Nervios antes de empezar a calentar
Carlos, Agustín, Miguel Tomas, Luís, Ángelo, Pedro Luís Quevedo, Pedro Luís Belmonte, Lorenzo, Alfredo
El detalle, la publicidad en la rodilla
Así estuvimos toda la carrera, uno al lado del otro
Lorenzo, Luís, Pedro Luís, Ángelo, Miguel Tomas, Pedro Luís, Agustín
Un masaje necesario
En el autobús ahora de vuelta al hotel Sercotel Sorolla Palace
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