domingo, 8 de febrero de 2009

Rodaje de recuperación, 20000 metros en el pantano

Parece que no pasan los días, o que en estos días le dedicamos la mayor parte del tiempo a gastar las zapatillas. A las 9,15 con el tiempo justo de ponernos la ropa y poco mas salíamos dirección a nuestra ciudad deportiva, el pantano de Peñarroya. Según avanza la programación cada vez vamos cambiando algunas de las caras que nos acompañaban, hoy nuestro debutante en estos terrenos es José Juan, que le faltaba el bautismo de la cola; el resto el tridente de Tomelloso, Miguel Tomas, Pedro Luís y Ángelo.

Los metros acumulados durante la programación ya van saliendo a flote, y en la ida, pese a llevar un ritmo todos compactos, lo que mas se oían era el sonido del viendo y nuestros propios pensamiento.

Hoy podría ser de esos días, después del día anterior, en que fuéramos al mismo ritmo para la ida que para la vuelta. Pero a vísperas del marathon cada uno se prueba día a día para ver como se encuentra ante las dificultades que le puedan surgir el día de la carrera.

Cómo no podría ser de otra forma, una vez sugerido a nuestro amigo debutante en estos terrenos que tubería respeto por la primera inclinación del terreno para la vuelta, Pedro Luís nos indica que su ritmo ira en incremento poco a poco. Miguel Tomas decide acoplarse a José Juan, ya que no controla aun el camino de vuelta. Yo me quedo en el punto intermedio, en la subida piso por las huellas de Pedro Luís, pero a partir de los 500 metros, mas o menos, empieza a acumularse distancia entre nosotros, cosa que aprovecho para coger mi propio ritmo.

Durante estos últimos meses hemos realizado ya tantas veces ese recorrido que lo tengo memorizado y dividido por bloques, unos duros (las subidas) otros menos duros (las bajadas), lo que hoy no contaba era con el frió aire de cara.

Como duro tengo la cuesta primera, aproximadamente se que se van unos cinco minutos de reloj, luego ya bajamos y subimos hasta las cruces. El siguiente bloque hasta el chaparro, ese es corto por que no habrá mil metros de distancia, y una subido por el camino descubierto. El siguiente bloque predomina la bajada hasta ver la finca Despeñaperros; donde empieza mentalmente la última dificultad, con la cuesta larga y la del camello. Una bajada vertiginosa, doscientos metros de camino y cogemos la vía de servicio hasta la presa.

Las sensaciones una vez terminado el entrenamiento son bastante buenas, para el nivel que yo puedo llegar a tener, pero como dicen en la guerra, esto so lo son batallas, para el día clave.

Ángelo, Pedro Luís, Miguel Tomas, José Juan

Punto intermedio, José Juan, Pedro Luís, Miguel Tomas, Ángelo

Trufa, que va a su aire, cuando le interesa se pone a nuestro paso

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