sábado, 2 de enero de 2010

Se me encendio la luz

Fran, Miguel Tomás, Ángelo, Antonio, Andrés, José Luis, José María, Pedro Luis

Parecía mentira el estado de forma en el que estaba encontrando, no por los tiempos sino por las sensaciones que emanaban de mi cuerpo, sobre todo si lo comparaba con ediciones anteriores, en la preparación para el evento de la temporada. Pero cuando menos lo esperaba aparecieron unas molestias inesperadas, que me ha hecho tirar del freno de mano y parar a ver si los niveles se vuelven a estabilizar.

Un sábado cualquiera, la temperatura ideal para las series, y el grupo ni que decir. Ocho eran las programadas de una distancia de mil doscientos metros. Durante dos días había tenido algún destelló de molestia, que igual que aparecía desaprecia. Pero en la cuarta serie, la volví a notar y en la quinta ya me molesto, la sexta solo fueron unos metros. Decidí parar por si era algo mas grave y me acorde de que antes de llover suele chispear. Así que el resto de las series las contemple desde la barrera hasta la finalización del entrenamiento por parte de mis compañeros de aventura.

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