sábado, 11 de abril de 2009

Con buen tiro, sin humos.


Cuando la obra de la vivienda ya está llegando a su fin, la cocinilla es imprescindible para pasar días de inviernos alrededor de la lumbre, con esos chorizos, tocino, morcillas, chuletas y demás comidas que todos saboreamos en las brasas.

También es un sitio de reunión familiar, como ha ocurrido en esta Semana Santa del 2009, aprovechando la visita de familiares, dimos por inaugurada la cocinilla de mi hermano José Antonio, con unas tapitas haciendo hora para la caldereta y el asado, con algo de postre.





















No hay comentarios: