sábado, 18 de septiembre de 2010

Un poco de aire lo que nos retine.


Pasado el día de descanso, también llamado entrenamiento invisible, volvemos a los entrenamientos activos, los de mover desde las zapatillas hasta las pestañas. Con una mañana que nos sorprendió por una bajada de temperaturas que hacían que cuando el sol se escondía detrás de las nuves, se nos quisiera enrizar el vello.

Por motivos diversos, el sábado por la mañana, la plantilla se vio acortada, quedando al frente Pedro Luis y yo, con un menú de un farlet por delante. Debido a la diferencia de tiempos, pasado el calentamiento (desde la pista al inicio de los pico patos), nos dividimos en cuadrillas de a uno, Pedro por delante marcando sus ritmos y yo algo mas detrás, por si se le caía algo recogerlo. El aire nos pegaba de cara para los primeros, haciendo que las series salieran algo mas lentas, que a la vuelta, que no siendo del todo a favor, por lo menos no nos restaba en el crono.

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