domingo, 14 de febrero de 2010

No es lo mismo


No es lo mismo correr, una maratón, que correr en un entrenamiento.
No es lo mismo llevar un dorsal, que a pecho descubierto.
No es lo mismo la ropa de competición, que la ropa de entrenamiento.
No es lo mismo correr con catorce grados, que entrenar con menos dos.
No es lo mismo correr por calles con historia, que correr por un camino.
No es lo mismo correr arropado por la gente, que correr en solitario.

Como vemos aunque al final la importante es poder correr, no siempre es lo mismo en un sitio que en otro. Mientras escribo estas letras, la mayoría de mis compañeros se encuentran corriendo la Maratón de Sevilla, y según avance los minutos empezaran a llegar a meta, espero que con los propósitos previstos, ya que el trabajo de los últimos tres meses ha sido duro, por la carga, el tiempo y la intensidad, y no deberían quedarse sin su recompensa.

Desde los kilómetros que nos separan, en busca de poder volver a correr, hoy he vuelto a entrenar, un circuito suave y lento, para que el cuerpo vuelva a tener la sensaciones que produce el correr, y olvidemos los problemas sufridos anteriormente.

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