domingo, 6 de marzo de 2011

Para correr un maratón no hay que tener taras.

Llegó el día señalado en el calendario durante mucho tiempo, eran los primeros trotes de la temporada cuando veíamos en el horizonte el 6 de marzo, en Barcelona, y poco a poco con muchas horas de entrenamiento y algunos zapatillas menos ya había llegado la fecha.


La maratón es una carrera donde es más fácil que ella te controle que tu a ella, muchos factores intervienen la distancia, el ritmo, la cabeza y el resto del cuerpo, un ritmo que parece fácil de seguir en pocos minutos se convierte en un gran esfuerzo imposible de aguantar.


Comenzamos con un desayuno, y seguidamente terminamos de prepararnos y comenzamos el cruentamente. Aprovechando la buena situación estratégica del hotel, apenas a unos minutos de la salida, calentamos en dirección a esta para comprobar los accesos a los cajones, y vuelta de nuevo a las inmediaciones del cuartel general.


Últimos detalles y las fotos oportunas y esta vez si nos vamos de una, ya con las equipaciones para competir. En comparación con las carreras del centro de Madrid, no tuvimos esas aglomeraciones para situarnos en el primer cajón. El público animaba al máximo y todo era fiesta. Salen los atletas de elite y dos minutos más tarde una infinidad de colores comienzan a recorrer las calles de la Ciudad Condal.


Durante los últimos meses mi compañero en ritmos había sido Teo, que se encontraba a plenitud de forma, yo me lamentaba de unas molestias que esperaba que no salieran para poder, nuestro plan era correr en progresión, siendo la primera media más lenta que la segunda, el ritmo previsto era en torno a los 4'25" -4'28". En el primer mil Teo se me adelanta pero el segundo ya nos encontramos codo con codo. La cabeza le puede mas y nuevamente se me adelanta unos segundos, para volver a juntarnos en el diez. Cuando pasamos por el hotel, donde los acompañantes de la expedición nos animan ya he vuelto a perder de vista a Teo, que imprime un ritmo al que puedo seguir.


Con el transcurso de los kilómetros entablo una conversación conmigo mismo, miro el reloj, sigo a la marcha marcada, pero las pequeñas molestias que tenía se van acentuando, pienso en positivo y en lo que he entrenado para llegar hasta aquí. Durante este tiempo recuerdo los que he realizado anteriormente y parece que las sensaciones las vuelves a sentir, hecho de menos a Miguel Tomas.


Y como dicen paso a paso llegó la primera mitad, el tiempo dentro de lo previsto 1:33'50", me cruzo antes de la mitad con Teo que va con buen paso. Llego el momento de aumentar la marcha, pero las molestias habían aumentado, me cruzo con los hermanos Morales, José Juan y Agustín, que marchan por detrás a poca distancia.


Mi momento de sacrificio empieza a comenzar a partir del 25, me parece que me cruzo con Fran (2:38') que ya está en el 30 y lleva un ritmo de liebre, parece que para el no pasan los kilómetros, y sin embargo para mi parece que cada vez son mas largos.


Empieza a correr en mi mente el pensamiento del abandono, estoy en el treinta, en el treinta y cinco las molestias son insoportables y comienzo a andar, bebo agua y ahora si paso a paso, decido terminar, como decía en los entrenamientos en las últimas series "por honor", y por todos a los que en estos meses he involucrado en mi maratón, como a Ramoni que la vuelvo loca con tanto entrenar.


Entre andar y trotar, una muchedumbre de gente me adelanta, como conocidos el primero fue Ángel Morales (3:28'), seguido de José Juan (3:30) y Patricio (3:31) que aún andaban juntos y me invitaron a seguir a su ritmo, reclinando la invitación. El que más tardo en llegar fue Agustín, que me alcanzo ya rondando el cuarenta, y a los pocos metros, en el avituallamiento lo vi también detenerse para beber. En un esfuerzo supremo, primero lo llame y acto seguido trote hasta ponerme a su altura y "firmar" una tregua para recorrer los ultimos kilómetros juntos. Parecíamos dos boxeadores a punto de caer a la lona, buscando ya la meta, se nos unió Ramoni , que acompaño a Carlos y Juanito durante los primeros diez mil metros, y ahora nos traía aire fresco para finalizar la prueba.


El tiempo que al final fue de 3:37'07", con mucho esfuerzo y donde se ha venido a demostrar que para correr un maraton hay que estar en plenitud de forma y no tener molestias que en una carrera de tanto tiempo al final suelen salir.


Para el resto de corredores del A.C. Manchathon fue una carrera satisfactoria en tiempos con cuatro atletas por debajo de las tres horas, Fran (2:38'), Andrés (2:44'), Pedro Luis (2:46') y Luis (2:47'), y el resto mejorando sus marcas, Teodoro (3:15'), Ángel (3:28'), José Juan (3:30'), Patricio (3:31'), Agustín (3:37'), Ángelo (3:37'), Juan (3:41') y Carlos (3:48').



Desayuno,


y calentamiento



El A.C. Manchathon al completo: Fran, Ángel, Carlos, Patricio,

Luis, Pedro Luis, Andrés, Ángelo, Ramoni,

José Juan, Teodoro, Agustín y Juan


Ya estamos en la salida


mucho tiempo solo corriendo


Expedición 2011 del A.C. Manchathón

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